La depresión es un trastorno mental común, siendo la principal causa mundial de discapacidad y de morbilidad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se estima que en el mundo afecta a un 3,8 % de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7 % de los adultos de más de 60 años. Cifras que responden a la necesidad imperiosa que tiene atender y tratar a los pacientes que sufren la enfermedad y cuyos síntomas pueden convertirse en un problema de salud complejo, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave.
Ese sentimiento de tristeza y vacío, por ejemplo, ya no le permite trabajar, estudiar o tener buenas relaciones con el entorno. Además, hay pérdida de la memoria y del sueño.
Causas de la depresión en la vejez
De acuerdo con la doctora Erika Mena, son varios los factores que provocan depresión en el adulto mayor, algunas causas frecuentes son:
- Pérdida de su vitalidad.
- Cambios en su ritmo de vida.
- Limitaciones funcionales que dificultan la participación en las actividades diarias.
- Pérdidas de seres queridos que hacían parte de su entorno y que eran significativas.
- Alejamiento con personas de su edad o pareja sentimental.
- Separación de la familia e hijos y pérdidas laborales.
- Diagnósticos médicos de enfermedades que con la edad empiezan a evidenciarse.
- Disminución en sus ingresos económicos.
- Aislamiento social.
Síntomas de depresión en la vejez
Según explicó la psicóloga, existe una diversidad de signos y síntomas que pueden identificar una depresión, como:
- Estados de depresión la mayor parte del día, casi todos los días.
- Sentimientos de desesperanza.
- Menor socialización y aislamiento social.
- Carácter irritable.
- Sentimientos de inutilidad.
- Pensamientos de muerte recurrente.
- Indiferencia ante situaciones que habitualmente disfrutaba o le afectaban.
- Estados de llanto frecuentes.
- Disminución de la energía.
- Alteraciones en sus hábitos de sueño, como dormir más o menos de lo recomendado.
- Pérdida o aumento de peso, sin explicación
Cuando se empiezan a evidenciar esta serie de signos, es importante solicitar el apoyo de un profesional de la salud con el fin de evaluar los criterios diagnósticos y determinar si se trata de una depresión.