INSOLITO, la oposición decidió con olla y leña encender un sancocho dentro del congreso de la república.
El día 30 de noviembre como si de una broma se tratase la oposición llegó con una olla de sancocho a la plenaria del congreso y con leña en mano prendieron fuego, a lo que resulto como un acto de burla que pudo terminar en tragedia.
El acto ocurrió cuando se desarrollaba la moción de censura en contra de la polémica ministra de minas, Irene Vélez, donde se escucharon los argumentos de la oposición y el Gobierno.
Mediante una intervención muy peculiar, en contra de la NO detención de la exploración minera, La oposición montó olla en el congreso, esto para hacer referencia al fuerte atraso que habría si no se siguen explotando las reservas mineras del país.
La olla se coloco en la parte delantera del congreso y se acompañó de este mensaje: “al año mueren más de cuatro millones de personas en el mundo por la contaminación que produce el humo de leña. Sin gas, ¿a esto nos quieren llevar?”.
Acto seguido al cual se presentó un fuerte debate donde se impone clara y precisamente la renuncia de la ministra, quien, según críticos opositores, “no se encuentra capacitada para estar al mando de esto cargo fundamental para la economía del país”.
El acto que inició como simbólico, casi termina en una tragedia que incluso pudo recaer en un incendio, cuando el humo que de la olla salía, cada vez se hacía más y más espeso, por lo cual el equipo de seguridad del congreso tuvo que intervenir y parar el debate.
La idea de la oposición no fue bien recibida por algunos representantes como Tamara Argote, quien descontenta pronunció: “¡La oposición “inteligente” trajo una olla gigante al recinto que terminó interrumpiendo el debate! Me pongo los tenis por los debates serios y por el respeto a la democracia, ¿dónde están los argumentos reales?”, calificando al acto cómo una falta de respeto y seriedad total.
De tal forma indicó que esto es una falta de respeto hacia la democracia, puesto que, con este tipo de acciones, se pierde el respeto y seriedad de la toma de decisiones que son sumamente trascendentales para el futuro del país.