El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamado urgente a los gobiernos del mundo para que tomen medidas concretas para frenar el cambio climático.
Catástrofe climática en el mundo
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) advierte que la humanidad se encuentra en una situación crítica, donde el aumento de las temperaturas y las emisiones de gases de efecto invernadero están provocando un impacto irreversible en el planeta.
El informe, conocido como “el informe de los informes”, destaca que aún existen numerosas opciones que pueden adoptarse para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático provocado por el hombre.
Sin embargo, la acción de los gobiernos es clave para frenar el aumento de las temperaturas y evitar una catástrofe ambiental.
Guterres destacó que las actuales concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera son las más altas en al menos 2 millones de años, lo que significa que “está sonando una bomba de relojería climática”.
La humanidad camina sobre una capa de hielo muy fina que se derrite rápidamente y que puede llevar a consecuencias catastróficas.
Sin embargo, el Secretario General de la ONU también enfatizó que el informe del IPCC es una guía para desactivar esa bomba y un “manual de supervivencia para la humanidad”. La meta de limitar el calentamiento global a 1.5 °C es alcanzable, pero se necesita una acción inmediata y concertada de los gobiernos y de la sociedad en su conjunto para lograrlo.
En su informe anual, Naciones Unidas (ONU) alerta de que el calentamiento global hará que los niños que nazcan en esta década pasarán toda su vida sometidos a fenómenos climáticos extremos, como lluvias torrenciales, olas de calor o sequías. Si se actúa, alerta la ONU, se puede asegurar un futuro sostenible, pero tiene que ser ya y con medidas “más ambiciosas”.
La ONU urge a tomar medidas que puedan reducir las emisiones a la mitad para el año 2030, según el escrito elaborado por el Grupo intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Además, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha solicitado a los líderes de los países desarrollados a “comprometerse a alcanzar el cero neto (emisiones cero netas) lo más cerca posible de 2040“.
Asimismo, Guterres ha alegado que “puede lograrse, algunos ya se han fijado el objetivo de 2035, y los países de las economías emergentes deben también comprometerse a alcanzar el cero neto hacia 2050″. De hecho, considera que nunca antes el mundo ha estado “mejor equipado” para conseguirlo, aunque “no tenemos tiempo que perder”.
En este sentido, el informe destaca la importancia de la transición hacia una economía baja en carbono y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, incluyendo la energía, el transporte, la construcción y la industria.
Asimismo, se destaca la necesidad de adoptar medidas para adaptarse al cambio climático, especialmente en las regiones más vulnerables.
Es importante destacar que el informe del IPCC no es el primer llamado de atención sobre los peligros del cambio climático. En los últimos años, hemos visto cómo los desastres naturales se han intensificado y cómo la temperatura global ha aumentado, lo que ha provocado un impacto en ecosistemas frágiles como los arrecifes de coral y los glaciares.
En conclusión, la humanidad se encuentra en una situación crítica en cuanto al cambio climático se refiere.
El informe del IPCC destaca la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático.
Los gobiernos del mundo tienen un papel clave en este proceso y deben actuar con determinación para frenar el aumento de las temperaturas y evitar una catástrofe ambiental. La meta de limitar el calentamiento global a 1.5 °C es alcanzable, pero se necesita una acción inmediata y concertada de todos los sectores de la sociedad para lograrlo.
Los Gobiernos son clave:
En el informe se hace hincapié en el poder de los gobiernos para reducir los obstáculos a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, mediante financiación pública y señales claras a los inversores, y la ampliación de medidas políticas de eficacia probada.
Los cambios en el sector alimentario, la electricidad, el transporte, la industria, los edificios y el uso del suelo se destacan como vías importantes para reducir las emisiones, así como la adopción de estilos de vida bajos en carbono, que mejorarían la salud y el bienestar.
“La transformación tiene más probabilidad de éxito cuando hay confianza, cuando todos colaboran para dar prioridad a la reducción de los riesgos y cuando los beneficios y las cargas se reparten equitativamente”, declaró el presidente del IPCC.
“Este Informe de síntesis subraya la urgencia de tomar medidas más ambiciosas y muestra que, si actuamos ahora, todavía podemos asegurar un futuro sostenible habitable para todos”, añadió Hoesung Lee.