A lo largo de la menopausia la piel y el cabello sufren un deterioro. El pelo crece y se regenera más lentamente, con menos volumen y brillo, y la piel se torna más frágil y flácida. ¿Qué se puede hacer? Conoce las causas y cómo puedes solucionarlo.
En la pre y post menopausia -climaterio- sufrimos un deterioro más intenso que en las etapas anteriores en nuestro cabello y en la piel. Se tornan más débiles, crecen o se regeneran más lentamente, con menos volumen y menos brillo en el caso del cabello y más frágil, flácida, plegada, menos turgente y seca en el caso de la piel. Esto se debe en gran parte por la bajada de hormonas como los estrógenos y progesterona, que regulan la producción de colágeno-elastina y del crecimiento en el cabello acompañada de una descompensación de testosterona.
Causas de la caída del pelo y de la sequedad y falta de luminosidad de la piel en la menopausia
Dentro del desequilibrio hormonal, los andrógenos (las mujeres tenemos un mínimo de andrógenos que tienen sus funciones) cuando están alterados sus niveles producen la mayoría de las patologías en piel y cabello.
Sin embargo, dentro de la menopausia hay ocasiones donde los niveles de estos son normales y la alteración se produce a nivel de los receptores de estas hormonas, que hay tanto en el folículo piloso (parte de la piel que da origen al cabello) como en la dermis. Se estima que esta sensibilidad en los receptores puede estar causada por un factor genético o, mayormente, por disruptores endocrinos (sustancias medioambientales, carburantes, conservantes, pesticidas, cosméticos, productos de limpieza de casa y personal, champús con sulfatos, tintes con metales pesados, medicamentos, etc.).
La hormona tiroidea; coincidente con esta etapa la glándula tiroidea disminuye su función en la mayoría de los casos, por eso es importante chequear cómo están tus hormonas para saber qué camino seguir.
Factores que perjudican la apariencia del cabello y la piel
Por otro lado, existen factores internos y externos que pueden agravar más la situación de la menopausia, como envejecimiento de la piel y el cabello y modulan la expresión y mantenimiento de la microbiota de la piel. Dentro de los factores externos podemos mencionar la exposición prolongada al sol, el tipo de higiene, la rutina de belleza, la disponibilidad de nutrientes, así como la cantidad de prebióticos que ingerimos.
No obstante, podríamos considerar factores internos la edad, la genética, el estrés, el metabolismo, el descanso, la salud intestinal, la capacidad de regenerarse ante la oxidación y el daño del ADN, la vascularización, la capacidad de desintoxicación y las funciones inmunológicas y neuroendocrinas.
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La microbiota
La microbiota en la menopausia, tiene un gran impacto tanto en la piel como en el cabello. En la mujer la microbiota que habita en la piel debe su equilibrio al conjunto de bacterias que habitan en el intestino llamado Estroboloma y a la actividad de la enzima Beta-glucuronidasa. El problema es que estas dependen de los estrógenos y disminuyen su función a medida que estas hormonas mueren. Aunque muchas mujeres logran mejorar esta situación gracias al consumo de fitoestrógenos como el trébol rojo o semillas de lino dentro de un adecuado estilo de vida.
La piel y el cabello son indicadores de buena salud. Recientemente se demostró que la alimentación con determinados probióticos, como lactobacillus plantarum y bífidus en ratones ancianos indujo a una revitalización de la piel y cabellos más gruesos y brillantes. Otro estudio muestra cómo la suplementación de Lactobacillus Reuteri aumentó el recuento de los folículos pilosos entre un 66% y un 30 %.
¿Qué efecto tiene la nutrición en la salud de la piel y el cabello?
La nutrición juega un papel clave en la menopausia como el funcionamiento normal de la piel y el cabello. Sin embargo, pocos estudios se encuentran sobre los efectos negativos que pueda tener un determinado tipo de dieta en su apariencia, pero si se encuentran muchos que describen los efectos de carencia de ciertos nutrientes, como por ejemplo consumir grandes cantidades de vitamina C mostraron alentadores resultados presentando en muchas mujeres mejor apariencia de la piel, arrugas y resequedad.
Una alimentación rica en grasas saludables como los omegas puede mejorar el ph de la piel y mejorar la regeneración celular. Una dieta baja en proteínas puede producir mayor sequedad y fragilidad tanto en la piel como en el cabello. Las proteínas más importantes en este aspecto son el colágeno y la queratina.
Esto es todo lo que necesitas para mejor la menopausia
- Mejorar tu estrés: mediante ejercicios de relajación, respiración y estímulo del nervio vago.
- Correcto funcionamiento de la digestión: para poder asimilar los alimentos que ingerimos.
- Salud bucal: masticar, masticar, masticar.
- Correcta salud del microbiota: los probióticos deben ser indicados por un especialista y debe ser individualizado. Puedes mejorarlo con alimentos fermentados como el chucrut, pepinillos en vinagre artesanales y ecológicos, etc. También pueden ser muy beneficiosos los alimentos prebióticos ricos en inulina, cáscaras de vegetales de colores, levadura nutricional y goma guar.
- Omegas 3,6,7 y 9: favorecen la membrana celular de la piel y cabello y regulan la inflamación. Los encuentras en semillas, nueces, aguacate, cordero, pescados azules y algas ricas, AOVE, chía y linaza.
- Vitamina A, E, D: La vitamina E elimina el estrés oxidativo, reduciendo la inflamación y envejecimiento. La vitamina A mejora la regeneración de la piel y el proceso de queratinización y cicatrización. Por otro lado, la vitamina D regula la secreción de grasas, mejora el sistema inmune y la posibilidad de tener puntos negros. Exponga al sol mínimo 30´ sin protección solar por la mañana o considera tomar suplementos. Consume alimentos de color rojizo, amarillo o anaranjado, como bayas de Goji, zanahoria, calabaza, melón, tomate, etc.
- Vitamina C: En la menopausia tiene un gran efecto antioxidante y mejora la absorción del colágeno. Lo encuentras en camu camu, ciruela kakadu, guayaba, escaramujo, la acerola, azaí.
- Colágeno: un 15% de nuestro peso en seco es colágeno, con la edad y la bajada hormonal dejamos de generarlo con tanta eficacia. Los mejores suplementos son de tipo I y que sean péptidos de origen de animales que pastan libremente y de la mejor calidad y si lo acompañas de ácido hialurónico es un dúo perfecto. Prueba con caldo de huesos porque puede ser un gran apoyo.
- Zinc-Cobre-Selenio: Este grupo de oligoelementos son excelentes antioxidantes que mejoran el pelo y la piel. Semillas de calabaza, nueces de brasil, semillas de sésamo.
- Biotina, azufre y vitaminas del grupo B: contribuyen al crecimiento de piel y uñas y favorecen la formación de queratina. Lo encuentras en la levadura nutricional y el azufre en la carne, el pescado o los huevos. Además, está presente en las coles, los espárragos, el puerro, el ajo y la cebolla.
- Germanio: Tonifica tejidos cutáneos, mejora la elasticidad y la cicatrización. Consume reishi, brotes de bambú; remolacha, aloe vero.
- Calcio: Mejora la regeneración celular y la queratinización. Lo encuentras en Brócoli, almendras.
- La anti oxidación y mejorar la producción de colágeno: té matcha, resveratrol, Jiaogulan, Amla, cacao, CoQ10, polen, l-cisteína y glicina, hongos como Tremella o Reishi por mencionar algunos suplementos.