La fe es lo último que se pierde y quedó demostrado con esa proeza en Turquía.
Ya con casi una semana desde el terrible terremoto que sacudió a Turquía y a Siria el pasado lunes, son muy escasas las esperanzas de encontrar sobrevivientes bajo los escombros de miles de edificios, sin embargo, ayer sucedió lo inesperado.
Ayer tras transcurridas 130 horas del fatídico suceso que ha dejado sin vida al menos a 23.000 personas que murieron tras derrumbes, aplastados por escombros o de hambre; nos encontramos nuevamente con un milagro que mantiene vivas las esperanzas de seguir encontrando supervivientes.
Según las fuentes de información entregada por socorristas las cifra de muertes ya superó los 23.000 decesos y se aproxima a los 25.000 entre Turquía y Siria.
Este viernes casi sin esperanza de seguir encontrando supervivientes, los equipos de rescate lograron sorpresivamente sacar de los escombros a una familia de 5 integrantes, que luchaba con todo para seguir con vida.
El milagro de Turquía.
El milagroso rescate ocurrió en la ciudad de Nurdag, en la provincia de Gaziantep, allí los equipos de socorro lograron rescatar con vida a los 5 miembros de una familia que habían pasado 130 horas sepultados bajo tierra desde el primer terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter.
Los rescastistas primero encontraron a la madre malherida y fue la primera en ser liberada, posteriormente sacaron a una de sus hijas, seguidamente iban a rescatar al padre de las niñas, pero imploró insistentemente, que primero sacaran a sus otras 2 hijas ya que sus vidas pendían de un hilo.
Las acciones de rescate duraron cerca de 2 horas, ya que remover los escombros debe ser guiado por medidas de seguridad para no poner en riesgo la vida de las víctimas. Seguidamente luego de su liberación la familia fue hospitalizada.
AP News reportó, que para poder sobrevivir, la familia se refugió en un pequeño espacio que se creó entre los escombros y allí permanecieron casi inmóviles esperando por su rescate.
Pasaban horas y cada vez más entraba la desesperación, acompañada de hambre, dolor y un sentido dolor de llanto, ya que transcurrido tanto tiempo aún nadie llegaba a su rescate.
Sin embargo, lo mejor que pudo tener la familia fue soportar en calma, esperando con fe en Dios, que llegara alguien a rescatarlos y así fue, ya que sus plegarias fueron escuchadas, ya cuando pendían de hilo entre la muerte o la vida, llegaron los brigadista como ellos mismos los aseguran “Fueron unos ángeles guiados por Dios”.
Así mismo, otro llamativo caso, fue el de un jovén turco que también duró 5 días enterrado bajo tierra y para lograr sobrevivir, soportando la desgarradora sed que lo atormentaba, tuvo que beber de su propia orina.
Situación actual de Turquía.

Las esperanzas de que continúen estos “milagros” disminuye cada vez más con cada minuto que pasa. Ya el número de muertos asciende a 25.000, de los cuales casi 22.000 fueron contabilizados sólo en territorio turco.
Los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 del lunes tuvieron su epicentro en la provincia de Kahramanmaras y afectaron a más de 13 millones de personas en 10 provincias.
Se teme que aún decenas de miles de víctimas sigan enterradas bajo los escombros en una región con el tamaño de un país europeo como Hungría.
Pese a que más de 100.000 rescatistas y personal de emergencias trabajan en la zona, su enorme tamaño, el alto grado de destrucción, las más de mil réplicas registradas y el frío complican la situación.