El sacerdote murió en extrañas condiciones acompañado de un sujeto en un bar de la 70 en Medellín.
El lamentable suceso marcó la defunción del sacerdote identificado como Javier Eduardo González Pertuz, quien falleció en un bar nocturno ubicado en la carrera 70A con la calle 42, sector de Laureles en la noche del pasado sábado 4 de febrero.
El llamativo y misterioso suceso se desarrolló cuando el sacerdote ingresó al bar junto a un sujeto aún no identificado, allí estuvieron por varias horas, hasta que al final el individuo salió rápidamente con la pertenencias del difunto, quien yacía postrado en un mesa sin vida.
Según lo dicho por parte de la investigación de la policía, en cámaras se pudo ver cómo el sacerdote se desplomó mientras hablaba en medio de tragos con un sujeto, el cual minutos después de despojarlo de sus pertenencias se dio a la huida del lugar muy sigilosamente.
Lo más trágico de esta defunción es que el administrador del bar acostumbrado a lidiar con personas en alto grado de embriaguez, pensó que el señor Javier Eduardo, se encontraba dormido por la “Borrachera”, razón por la cual lo sacó del establecimiento cargado y lo dejó tirado en la calle.
Transcurrido el tiempo los residentes del bar notaron que el señor Javier no presentaba movimiento alguno y se mantenía desplomado en el lugar donde lo colocaron, decidieron entonces llamar a la policía y estos a su llegada lo encontraron sin signos vitales, razón por la cual tuvieron que hacer levantamiento del cuerpo inerte.
Por su parte el coronel José Rafael Miranda, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá indicó que “luego de hacer las verificaciones pertinente, esta persona se encontraba en compañía de otro sujeto quien después de departir un tiempo determinado se va del lugar”
El cuerpo de momento está siendo investigado por parte de medicina legal, para encontrar la causa de la muerte del sacerdote, hasta ahora no se conocen las causas de la muerte, sin embargo fuentes no oficiales aún atribuyen a alguna sobredosis de sustancias no identificadas proporcionada por parte de su acompañante.
Datos del sacerdote.
Javier Eduardo González Pertuz era un sacerdote formador del Seminario Misionero San José en Robledo quien llevó toda su vida sin algún escándalo y era bien recibido por parte de su comunidad en Antioquia, era Oriundo de Cordoba, mismo lugar donde serán trasladados sus restos para darle sagrada sepultura.
Ya las autoridades están verificando si se trata de alguna sustancia alucinógena, la que le dió muerte al señor Javier o si se trató de algún para cardiaco el que acabó con su vida.
La parroquia Nuestra Señora del Rosario de Itagüí, en la cual prestaba sus servicios de sacerdote el difunto Javier Eduardo, lamentó la muerte del sacerdote de 39 años.
De momento se está a la espera de un parte oficial, de tratarse de algún homicidio se espera que se haga justicia para el difunto padre. Ya la policía y la fiscalía se encuentran desarrollando maniobras de investigación para hallar al sospechoso que pasó sus últimas horas con el sacerdote.